Las palabras son capaces de provocar en la mente un gran impacto; tanto si si trata de tu propia mente porque te las dices a ti mismo/a, como en la mente de otras personas cuando les hablas.
Aprender cómo funciona y reacciona la mente en función al lenguaje, permite crear una realidad diferente y más efectiva para nosotros mismos.
La PNL (Programación Neurolingüística) tiene muy en cuenta la manera en la que se utiliza el lenguaje y cada palabra. La PNL trabaja bajo la convicción de que cada palabra tiene alguna utilidad dentro de algún contexto concreto; por tanto, cuando la palabra es utilizada dentro de ese contexto, funciona a la perfección y con una gran efectividad.
El desarrollo de la inteligencia emocional es un factor común entre la gran mayoría de personas de éxito. Y cuando se les pregunta acerca de esto, todas coinciden en lo mismo: los resultados positivos se deben a que han sido capaces de tomar decisiones con las emociones adecuadas.
Todos tenemos un continuo diálogo interno que va de la mano con nuestros pensamientos. Y las reflexiones y conclusiones que sacamos de nuestros pensamientos tienen un código: el lenguaje (en forma de palabras). Teniendo esto en cuenta, si cambiamos las palabras podemos cambiar también nuestra forma de pensar; y como cosecuencia, podremos cambiar también nuestras emociones.
Por todo lo anterior conviene dar la importancia que merece al lenguaje y aprender a utilizarlo de la forma más eficiente.
Lo cierto es que desde que somos muy pequeños nos enseñan a utilizar el lenguaje; pero nadie nos enseña a manejarlo de manera que seamos capaces de ejercer una mayor influencia de cara a los demá, y tampoco de que podamos lograr a través de él una mayor inteligencia emocional. Y la PNL es una herramienta muy efectiva para lograrlo.